El vidrio es el primer material cuyo residuo se recoge de manera selectiva en los años 80. Fue en Barcelona en el año 1982 y se recogió a iniciativa de los propios fabricantes de envases, con el objeto de reducir gases en su proceso de fabricación introduciendo en sus hornos vidrio reciclado. Con el tiempo, el sistema se va generalizando en todos los municipios españoles, hasta que, con la entrada en vigor la Ley 11/1997 de Envases y Residuos de Envases se crea el Sistema Integrado de Gestión (S.I.G.) de ECOVIDRIO para el reciclado de vidrio con el objetivo de reciclar la máxima cantidad de residuos de envases de vidrio.

En dicho sistema participan los distintos sectores que forman parte de la cadena de reciclado: los fabricantes de envases de vidrio, los envasadores, la administración, el consumidor, y el recuperador. Se basan en la aportación, por parte del consumidor, a través del fabricante o envasador, de una cantidad económica por cada producto adquirido que, posteriormente se destina a su recogida, clasificación y recuperación. Los envases incluidos en estos sistemas quedan diferenciados mediante sellos distintivos en el etiquetado (Punto Verde).

sistema-recogida

 

El vidrio recogido es, en su mayor parte, de procedencia doméstica (contenedores). Se trata de residuos de envases de vidrio como botellas, tarros, etc. En menor porcentaje también se recoge residuo de vidrio plano de procedencia industrial (procedente de cristalerías, desguaces de automóviles, derribos de la construcción, etc.)

Durante el proceso de tratamiento se realizan regularmente minuciosos controles de calidad para conseguir la materia prima secundaria (el calcín) exigida para la fabricación del nuevo vidrio.