El base uruguayo participa en una campaña de concienciación para intentar que Málaga deje de estar a la cola del reciclaje de vidrio en España

Emilio Fernández 23.11.2014

Jayson Granger y su esposa visitaron la planta de reciclaje de Ecovidrio situada en Alhaurín de la Torre. Unicajab/Fotopress

Según datos de 2013, los malagueños reciclaron un total de 3.625.420 kilogramos de envases de vidrio. Estas cifras están por debajo de la media de la provincia (11,4 kilos por habitante), de la de la región (9,4 kilos por habitante) y del país (14, 6).

Unicaja Baloncesto, Ecovidrio y el Área de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Málaga han puesto en marcha «Vidrioncesto», una iniciativa que pretende aumentar la cantidad de vidrio recogido en nuestra ciudad, actualmente por debajo de la media nacional. Para ello se van a realizar una serie de actividades a lo largo de toda la temporada que cuentan con los jugadores del Unicaja como protagonistas, con múltiples acciones con el fin de promover la conciencia medioambiental entre los malagueños y transmitir a la sociedad la necesidad y los beneficios del reciclado de vidrio y hacer de Málaga una ciudad más sostenible.

El lanzamiento de la campaña se sustentó esta pasada semana con la difusión de un vídeo de cámara oculta que se ha realizado a Jayson Granger con la complicidad de su compañero Carlos Suárez y sus respectivas parejas. En el propio domicilio de Granger se produce una escena muy divertida en la que se llega a la única conclusión posible: es necesario reciclar.

¡Vaya broma que le gastaron! Eso sí, por una buena causa: la concienciación social para el reciclaje de vidrio.
Fue increíble. No me enteré de nada de lo que estaba pasando. Ya le he dicho a mi mujer, a Carlos Suárez y a su novia Patricia que algún día se la devolveré. Me prepararon una cena en casa y todos se pusieron a defender el reciclaje de vidrio menos yo. No quedé muy bien. Pero ya, sin pensar en el ridículo que pasé, creo que es algo muy bonito por parte del club, que se implique en algo, que gracias a la broma que sufrí, entiendo que es importantísimo.

Además, siempre es mejor concienciar llamando la atención con un lanzamiento nada habitual, una cámara oculta que le tocó, en este caso, a usted.
Es cierto. He visto en redes sociales el seguimiento que ha tenido y es muy grande. También sé que ha salido en las televisiones, incluso a nivel nacional. Ahora toca seguir en la concienciación porque es algo que hay que hacer día a día, si no, se pierde el mensaje y todo el esfuerzo queda en nada. Hay que conseguir que Málaga sea un ejemplo para el resto de España. Desde el Unicaja y de la mano de Ecovidrio, que es una entidad sin ánimo de lucro, haremos todo lo posible para que así sea.

¿Había reciclado alguna vez? Aunque sólo fuera separar alguna botella de cristal.
Lo curioso es que yo antes, cuando vivía en Madrid solo, sí que reciclaba y procuraba separar la basura. Cuando comencé a vivir con mi mujer lo dejé. Ella no reciclaba y me dejé llevar por las «malas costumbres» (risas). Ahora te puedo asegurar que voy a reciclar vaya a ser que me hagan otra cámara oculta y no dé ejemplo (risas). Ella también está muy convencida ahora.

Uno de los puntos que explicaba el club en la presentación de la campaña es que Málaga no estaba entre las primeras ciudades de España en reciclaje de vidrio.
Cierto, eso me explicaron en la visita que hice a la planta de reciclaje de vidrio. Los datos que maneja Ecovidrio nos sitúan debajo de la media nacional. Por eso creo que tiene mucho mérito la implicación del club. Querer cambiar para bien las costumbres sociales de toda una ciudad, de una provincia como Málaga es sentirse cerca de la gente, y dice mucho de la humanidad que hay en el Unicaja y en toda la gente que trabajamos por este Unicaja. Ahora, además de en la pista, queremos ganar en la batalla por el reciclaje de vidrio para hacer una Málaga más sostenible.

¿Estuvo en la planta de reciclaje que Ecovidrio tiene en Málaga? Cuéntenos un poco cómo es ese vertedero específico de vidrio.
Lo primero que quiero decir es que la gente se olvide de que la basura al final se mezcla toda. Es algo que yo pensaba y que me demostraron que era una leyenda urbana falsa, supongo que como casi todas. En la visita a la planta que está en Alhaurín de la Torre vi cómo todas las botellas o botes de vidrio recibían un tratamiento exclusivo, nada de otro tipo de basura. Se separa antes por si en los contenedores de vidrio hay otro desperdicio. Me explicaron que de cada botella depositada en uno de los contenedores sale otra. Es algo importantísimo para un planeta cada vez más dañado por la contaminación.

Conociendo los datos parece increíble lo que se puede conseguir tanto con tan poco esfuerzo.
Es verdad. Me han contado que reciclando 1 botella de vidrio, ahorramos la energía suficiente para mantener encendida una bombilla de bajo consumo un día entero. Y reciclando tres botellas de vidrio, ahorramos la energía necesaria para cargar la batería de un Smartphone durante un año. Parece increíble.